PERSPECTIVAS SIN PUNTO DE FUGA

Dominus Estates Vineyard. Jeff Wall, 1999.

“Ya no hay análisis social que pueda prescindir de los individuos, ni análisis de los individuos que pueda ignorar los espacios por donde transitan”

Marc Augé, Los no lugares. Espacios del anonimato. Antropología sobre la modernidad. (1993)

A través de esta afirmación, presagiamos la complejidad de llevar a cabo un análisis socio-cultural  en el que la convergencia multidisciplinar y su escenificación directa, queden definidas en la sobremodernidad del presente siglo.

Nos encontramos ante una congestión de perspectivas que se cruzan pero no se entrelazan, donde el proceso de la uniformización cultural ha anulado las interpretaciones extrapoladas, dificultando una lectura contextual clarificadora. Tal y como hicieran Giovanni Battista Piranesi y Rem Koolhaas trasladándose de Venecia a Roma, y de Londres a Nueva York respectivamente, con la mirada de asombro y admiración, pero también crítica y reflexiva, que la distancia y el desarraigo confieren.

Nuestra sociedad, ante el  “crecimiento“ de la industria cultural contemporánea, donde los valores colectivos del nexo social se sustituyen por la información acelerada de los medios de comunicación, la memoria se considera un lastre creativo y la prescindencia de figuras intelectuales determina una sociedad huérfana de referencias; comienza a mirar atrás con nostalgia esperando la llegada redentora de una perspectiva esclarecedora.

Jose Miguel Sazo Herrera

 

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PIELES

Habitación de Coderch y su mujer. Casa Pairal. José Antonio Coderch. La Espolla, Gerona. 1964.

“…el edificio. Mientras realizábamos las obras hubo una especie de dialogo con él, y sus gruñidos y quejas nos ayudaron mucho para tratarlo con el debido respeto.”

José Antonio Coderch

La invención de lo cotidiano. En constante cambio, resultado de la relación e interacción entre hombre y espacio. El hombre, con necesidad de tocar y  alterar lo que le rodea, contaminándolo y proyectándose; el espacio, servidor, dispuesto a ser moldeado, sin valor hasta que el hombre lo reconoce y dota de significado. Como en la habitación de Coderch, adaptada hasta el extremo a su modo de vida y a la relación con su mujer, es en el encuentro entre las necesidades de los habitantes y el espacio inerte cuando nace lo cotidiano, excediendo los límites del hogar, aplicable a todo espacio apropiado y habitado por el hombre. Como una extensión del mismo, una proyección de sus ideas y valores, una piel añadida que lo define, lo identifica y lo refugia.

De naturaleza cambiante, el espacio tiene que ser capaz de dar respuesta a nuevos modelos de relación, a las variables necesidades de los usuarios, ¿quién lo habitará si no? ¿Podemos hablar de espacio cuando no es habitado por el hombre? ¿Podemos hablar de cotidianidad cuando el hombre y el espacio no hablan el mismo idioma?

Cristina Sánchez López

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IMPERMANENCIA

Jackson Pollock, Fotografía de Hans Namuth, Springs, Nueva York, 1950.

El patrimonio es como un hojaldre de temporalidad. Tal que un cuadro de Pollock, podríamos registrar esa danza como un conjunto de capas superpuestas, leer su historia –y pensar en la posible idea de impermanencia– como un conjunto o como un álbum de capas separadas.

Sergio del Molino apuntaba que la arquitectura de La España Vacía era concebida para nacer, vivir y morir en ella. A la hora de intervenir, tenemos la obligación de reflexionar y posicionar nuestra arquitectura en algún lugar entre la durabilidad —sustentada en la masividad de los materiales—  y la impermanencia —a través de una continua reprogramación que permita soportar cambios a lo largo del tiempo—. Continuando el símil con la obra de Pollock, una nueva capa, ni más ni menos importante que las anteriores, un estrato que se posa a la espera de nuevas capas futuras y que sabe adaptarse al carácter incierto, inestable y azaroso de la vida.

Mª del Carmen Fernández Pérez

 

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EL ARQUITECTO ANIMAL

Casa colmena de adobe. Siria.

De los aspectos que componen la tenue línea de separación entre el ser humano y otro animal, destaca, constituyendo una posible definición de la arquitectura, la modificación intencionada del contexto natural en otro más “habitable”, cómodo y seguro. Sin embargo, podríamos imaginar una ecuación en la que, a medida que aumenta la separación con respecto a las cuestiones primitivas del habitar, la arquitectura reduce su valor.

Las  “casas colmena” repartidas por el desierto fronterizo entre Turquía y Siria, en las que el barro del suelo se eleva conformando  paredes curvas hasta terminar en un ojo de luz cenital, a modo de pieza clave de la gran cúpula térrea; recuerdan, reducidas de escala, a un nido de golondrinas. Esta arquitectura, construida únicamente con elementos encontrados en la naturaleza, supera en habitabilidad a nuestros pisos necesitados de aire acondicionado.

Habiéndose urbanizado en los últimos cien años más superficie que en los cuatro mil precedentes, deberíamos poder incluir la palabra “bricolaje” en la definición de nuestra profesión, prohibiendo así generar nuevos materiales y obligando a utilizar los ya producidos o los que se encuentran en la naturaleza. Continuando con la alteración de significados, podríamos despojar a la palabra animal de su connotación despectiva y usarla a modo de reconocimiento:  el Arquitecto Animal.

Rocío Fernández Soler

 

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SINESTESIA

Ropa tendida. Oporto. Ignacio Molano. 2013.

Percibir implica captar un cierto orden, detectar esquemas adquiridos. Surge la teoría de la empatía, el espacio existencial no es solo lo que vemos, también abarca la dimensión cultural y física del ser humano.

Sostenía Siza que la arquitectura es el escenario de la vida; hemos de aprender que el modo de percibir la realidad determina el proyecto, entender la realidad desde un hecho externo al ser humano —un todo en el que confluyen el ser y su conciencia—, alejarnos de un acercamiento a la arquitectura únicamente visual, empezar a sentirla desde su concepción. El ordenador impone distancia entre autor y objeto, nos convierte en espectadores; una maqueta o un dibujo a mano permiten el contacto háptico.

La arquitectura constituye un nexo de unión entre el yo y el mundo, a través de la experiencia de los sentidos y la búsqueda de la cotidianidad que permita desarrollar una relación de cercanía con espacios concebidos para usos transitorios o efímeros.

Carlos Andrés González Quiñones

 

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EQUILIBRIO

Fotografía de alta velocidad de un golpe de golf.  Harold Edgerton, 1938.

El equilibro usado como unidad de medida cuando nos enfrentamos al tiempo.

Equilibrio alcanzable desde el reciclaje de lo cotidiano, pasando por el uso del bricolaje como estrategia abstracta de reinvención, hasta llegar a la verdadera magnitud  de un espacio en relación con su tiempo pasado y presente.

¿Deben adaptarse los lugares a nuestro tiempo o es nuestro tiempo el que, irremediablemente, se adapta a la memoria ya concebida de un lugar?

El tiempo crea un sentimiento de inquietud que bien pudiera ser usado como forma de expresión:

Aquello que contiene tiempo, entendido como historia, puede ser enmarcado como imagen estática en la memoria, o puede dotarse de carácter actual para ser incluido en el espacio presente. Hablamos, quizás, de una cuestión de equilibrio.

Berta Lara

 

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200 PALABRAS, 200 IDEAS

Croquis Jørn Utzon. 1957.

Descubrir personas que hagan pensar distinto. Descubrir entre sus ideas el inicio de las nuestras.

Con esta frase Juanjo López de la Cruz dio inicio al seminario, a un bombardeo de ideas que en las distintas sesiones tratamos de atrapar. Aquí quedan registradas las mías.

Contexto, dibujo, entorno, instalaciones, paisaje, reutilizar, handle-with-care, mobiliario, reproducción, utilidad, funcionalidad, repetición, módulo, serie, inutilidad, residuales, inconscientes, autoconstrucción, proceso, parasite, imperfección, materialidad, tiempo, multiplicidad, pigmentos, densidad, color, collage, Manimal, capas, Doble-Negative, macedonia, batido, bricolaje, intuición, In-comparison, colectividad, reciclaje, arquitectura-instalada, espacio, soporte, cuerpo, habitar, memoria, reunir, artilugios, porosa, coexistencia, unificar, dúctil, alteración, pre-establecido, no-programado, discontinuidad, agitador-social, prótesis, máquinas, juego, instrumento, invariantes, geometría, visible, invisible, desplegable, reconstruir, despojos, pseudo-ciudad, desmontable, ficciones, recomponer, periferias, vernáculo, cotidiano, productivo, trueque, intercambio, manos, lo-disponible, materia, complejizando, entrar, umbral, enterradas, plataformas, conservación, posarse, cubierta, muros, patrón, literatura, privado, público, propiedad, mitología, deforestación, áridos, vergel, no-paisaje, neo- rurales, paradojas, cabaña, autodestrucción, Bravú, exótico, recorrido, fractura, enlazar, senderos, apoyados, fisuras, monteras, fotografía, accidente, panorámico, textual, borrar, maleables, detonantes, topográfico, tierra, vacíos, compromiso, comunidad, civilizado, marginales, pesimismo, colonias, morriña, congrio, Zulú, secado, rueiros, ingenio, do-it-yourself, gran-escala, arte, tribu, infraestructura, esparcir, huecos, suelos, desprogramación, inversa, Move, lo-de-siempre, fragilidad, caja, posiciones.

Adrián Rodríguez Segura

 

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ESPACIOS HABITABLES

Niños jugando en ruinas, Henri Cartier-Bresson, Sevilla, 1933.

Cuando nos aproximamos a la reflexión sobre la construcción de espacios habitables surge, inherente al ser humano, la necesidad esencial de adaptar el medio a nuevos requerimientos funcionales, de protección, de autonomía o libertad. En este proceso de reprogramación y ajuste, nos encontramos marcando nuevos límites en la naturaleza, reciclando espacios intermedios, agrupando elementos inconexos e independientes o recuperando ruinas que son susceptibles de transformarse por el mero hecho de iniciar un recorrido sobre ellas; a través de la interacción humana o de la mirada subjetiva.

La arquitectura, a menudo, trata de acotar física o conceptualmente estos lugares mediante la adición de nuevos elementos y puntos de vista. No obstante, en algunas ocasiones, su objeto principal reside en la adaptación y ordenación del espacio a través de la preservación de lo conservado, amortizando las existencias o incluso mediante la sustracción de piezas, clarificando y orientando la mirada del observador.

Inevitablemente, la práctica arquitectónica ha de ser consumada por la acción humana y el tiempo, ambos factores la determinan y acaban distinguiéndola; de forma intencionada o casual, inesperada y versátil; multiplicando las variables de habitabilidad con que originariamente se proyectaron, en función del usuario, del espectador y del instante.

Olga Valderas Grisalvo

 

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UNA ESTRATEGIA, DE TANTAS

Redes utilizadas para el secado de algas, Yann Arthus Bertrand, archipiélago de Wando, Corea del Sur, 2009. David Wojnarowicz, Arthur Rimbaud in New York, 1978-1979.

Bricolaje no aparece hace unos días, se trata de una práctica cuyo nombre hoy esquiva su primer significado para hacérselo propio.

La actitud en dicha posición no implica que se torne en obsesión, aunque vista la práctica en algunas arquitecturas, el bricolaje-cuyo significado no llego del todo a entender-, se convierte en herramienta de estrategia.

Parece que el nombre alude a la texturización -a la división de capas-, a las hibridaciones y a la capacidad multitransformadora, interpretados desde la propia percepción.

Ando cabeza gacha, sin rumbo, hasta topar con un filamento. Mis pies sienten el cambio de pavimento, la subida de unos escalones, el arranque de una barandilla. Mis manos el sabor del acero, la suavidad del estuco. Entro por la ventana, ¿o es la puerta? Una camisa plegada, un mueble sin barnizar, una escalera colgada y una cesta de mimbre. El tacto de las realidades me levanta de nuevo.

¿Sentimos realmente lo disgregado? Su importancia está en lo hablado:

Cada material se carga de un sentido y, a la par, sentimos un ritmo distinto. ¿Bricolaje es una cuestión que debamos abarcar? Su imperfección nos incumbe en la medida en que sea capaz de resolver el conjunto.

¿Son o no perfectas las cosas? Y no lo son…

Qué más da si se acercan.

Julia Díaz

 

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